Juan Carlos Baglietto - Doble Vida letra de (lyrics)
[Juan Carlos Baglietto - Doble Vida letra de lyrics]
El juez justo y severo
Cada noche devuelve la toga y la ley al baul
Y en la barra del "Angel azul"
Pide Chivas con hielo
Y le canta al oido a la "Chelo"
Quimeras de amor de razano, Gardel y Lepera
El juez justo y severo
Al ritmo decadente de un bolero
En la ciudad prohibida
Olvida su disfraz de caballero
Lleva una doble vida su discreta señora
Cada lunes alternos decora
La frente del juez
En un cuarto oscuro de hotel
Con un Rambo de esos
Que le cobran por horas los besos
Y saben hacer que una dama cometa un exceso
Su discreta señora
Furtiva, maquillada y pecadora
En la ciudad prohibida
Se empolva la nariz hasta la aurora
Lleva una doble vida
Cena de matrimonio
Doña Ines dice quieres Antonio
Servir el champagne en el living?
Hoy voy a brindar cuenta su señoria
Por aquel violador de entrevias
Recuerdas mi amor
Voy a darle quince años y un dia
El santo matrimonio
Que forman doña Ines y don Antonio
En la ciudad prohibida pone una vela a dios
Y otra al demonio lleva una doble vida
Cada noche devuelve la toga y la ley al baul
Y en la barra del "Angel azul"
Pide Chivas con hielo
Y le canta al oido a la "Chelo"
Quimeras de amor de razano, Gardel y Lepera
El juez justo y severo
Al ritmo decadente de un bolero
En la ciudad prohibida
Olvida su disfraz de caballero
Lleva una doble vida su discreta señora
Cada lunes alternos decora
La frente del juez
En un cuarto oscuro de hotel
Con un Rambo de esos
Que le cobran por horas los besos
Y saben hacer que una dama cometa un exceso
Su discreta señora
Furtiva, maquillada y pecadora
En la ciudad prohibida
Se empolva la nariz hasta la aurora
Lleva una doble vida
Cena de matrimonio
Doña Ines dice quieres Antonio
Servir el champagne en el living?
Hoy voy a brindar cuenta su señoria
Por aquel violador de entrevias
Recuerdas mi amor
Voy a darle quince años y un dia
El santo matrimonio
Que forman doña Ines y don Antonio
En la ciudad prohibida pone una vela a dios
Y otra al demonio lleva una doble vida